Volvíamos a la Democracia después de la mas férrea dictadura conocida. Un 28 de Octubre como hoy pero hace 25 años, en coincidencia con el cierre de campaña de Italo Luder, éste como único orador se enfrentaba a una multitud calculada en más de un millon de peronistas. Estaban presentes en el palco además los dirigentes sindicales Lorenzo Miguel y Herminio Iglesias.
En su discurso, Luder se mostraba confiado en que ganaría las elecciones, asegurando que el 30 de octubre daría su primer discurso como presidente.
Al finalizar el acto, un grupo le acercó un cajón fúnebre con los colores y siglas del radicalismo y una corona y Herminio Iglesias lo prendió fuego. Para muchos, sería ese hecho determinante en la elección. Muchos sostendrían que esta fue causa de la derrota electoral, e Iglesias su máximo responsable. Demasiada muerte y violencia había habido en la Argentina para semejante gesto.
El Peronismo tenía todo para ganar, casi cuatro millones de afiliados y la más compleja maquinaria proselitista, pero perdió.
Hace hoy un año, también un 28 de Octubre pero de 2007, en Quilmes, se celebraba un nuevo acto eleccionario. El oficialismo iba por la reelección del intendente Villordo, en un contexto de bonanza económica y realizaciones en obras, gracias a un desconocido hasta el momento aporte de la administración nacional.
La oposición, disgregada, no favorecía las posibilidades de sus candidatos.
Sin embargo, la victoria no favoreció al candidato gobernante. Al "mejor intendente de los últimos 50 años" según su padrino político, se lo llevaba el voto popular que repudiaba las actitudes totalitarias y sobradoras de un régimen que había desviado del pulso ciudadano su accionar institucional.
En su discurso, Luder se mostraba confiado en que ganaría las elecciones, asegurando que el 30 de octubre daría su primer discurso como presidente.
Al finalizar el acto, un grupo le acercó un cajón fúnebre con los colores y siglas del radicalismo y una corona y Herminio Iglesias lo prendió fuego. Para muchos, sería ese hecho determinante en la elección. Muchos sostendrían que esta fue causa de la derrota electoral, e Iglesias su máximo responsable. Demasiada muerte y violencia había habido en la Argentina para semejante gesto.
El Peronismo tenía todo para ganar, casi cuatro millones de afiliados y la más compleja maquinaria proselitista, pero perdió.
Hace hoy un año, también un 28 de Octubre pero de 2007, en Quilmes, se celebraba un nuevo acto eleccionario. El oficialismo iba por la reelección del intendente Villordo, en un contexto de bonanza económica y realizaciones en obras, gracias a un desconocido hasta el momento aporte de la administración nacional.
La oposición, disgregada, no favorecía las posibilidades de sus candidatos.
Sin embargo, la victoria no favoreció al candidato gobernante. Al "mejor intendente de los últimos 50 años" según su padrino político, se lo llevaba el voto popular que repudiaba las actitudes totalitarias y sobradoras de un régimen que había desviado del pulso ciudadano su accionar institucional.
Los últimos 365 días que han transcurrido, dejan claro que no es sencillo avanzar en el camino de la República. Que mucho les cuesta a los habitantes pasivos convertirse en ciudadanos activos y comprometidos, quizás ésta, piedra basal de todo orden realmente democrático. Y que también muy arraigadas estan en las esferas del poder las prácticas viciadas de intereses ocultos y objetivos de mínima. Falta grandeza.
Pero como en todo proceso histórico, donde hay elementos que se anteceden y otros que se ralentizan, el presente de la ciudad muestra signos fuertes de cambio para quien los quiera ver. Y recurrentes vueltas al pasado para quien quiera taparse los ojos.