El ingeniero Eduardo Carrizo, presidente de la Unión de la Construcción local, dijo que lograr un programa urbano "lleva años y tiene que estar a cargo de entendidos en la materia", fustigando el proyecto oficial
"Hay que tomar conciencia de que Quilmes es una ciudad grande, con un potencial enorme y que no podemos resolver la problemática de un programa de ordenamiento urbano en una semana, sino que lleva años y tiene que estar a cargo de entendidos en la materia", afirmó en la víspera el ingeniero Eduardo Carrizo, presidente de la Unión de la Construcción del Partido de Quilmes.
El tratamiento de este programa abierto expuesto por el Municipio trajo aparejado un cuestionamiento por parte de este grupo de profesionales y trabajadores congregados en torno a la construcción. Carrizo, en tal sentido, dijo que en un plan de ordenamiento urbano "el trabajo de gabinete tiene que ser extenso y tiene que estar compuesto por gente especializada sino no sirve, porque sino las cosas van a seguir saliendo mal porque están haciendo 'ordenanzas parches' que retoquen vectores urbanísticos de algún sector del distrito y así no nos va a ir bien como ciudad". El ingeniero se refirió al programa de ordenamiento urbano durante una charla mantenida ayer con FM Sur.
Carrizo contó que en la reunión del cuerpo, se avanzó sobre la definición de un Plan Urbano como un instrumento que se le da a una sociedad para poder orientar su desarrollo y tener control sobre el crecimiento de una ciudad, tiene que ver con una situación estratégica, como un programa que esté interrelacionado con los distritos vecinos, "y es un plan que se tiene que dar en un Gobierno pero para distintas generaciones y no para lo próximos meses".
"Lleva mucho tiempo realizar un diagnóstico de la situación, saber las tendencias y las costumbres que componen un lugar y establecer líneas de trabajo que la tienen que hacer los urbanistas que son especializados en la materia; los tiempos del urbanismo son los tiempos de la ciudad que pueden demandar años en armar un plan urbano y menos aún el de los vecinos que pueden canalizar sus dificultades a través de una Secretaría de Servicios Públicos pero no de un programa urbanístico", sostuvo.
El ingeniero Carrizo explicó que toda esta confusión lleva a que se afecte sobremanera a quienes conforman la cadena de la construcción, desde los desarrolladores, inversores, comercios, proveedores, arquitectos, ingenieros, agrimensores, martilleros y el eslabón más débil que es el operario de la construcción y que, para frenar todo esto, hay que tener "habilidad", ironizó el profesional.
Además, se preguntó sobre el por qué "de tanta necedad de sacar ordenanzas a fines de diciembre y ahora otro proyecto más restrictivo y los profesionales nos preguntamos ¿para qué?, si nosotros nos formamos para trabajar y no para paralizar".
"Trabajar en una ordenanza sobre un nuevo parámetro urbanístico que es la altura, nos parece de un vuelo científico y técnico muy pobre", opinó Carrizo, quien agregó que "tendrían que haber realizado el análisis de una ordenanza sobre un programa estratégico en donde se contemplen todas las obras, desde el tratamiento de los residuos, los transportes, la salud y hasta cómo crece la ciudad en referencia a las unidades de vivienda. Es muy pobre lo que se aprobó el 28 de diciembre, pero aún peor el anteproyecto que quieren presentar ahora".
Fuente: Diario El Sol