Ayer Quilmes y Bernal y otras zonas del Parido sufrieron los efectos de un temporal inusitado. La caída de árboles, servicio telefónico cortado y numerosos cables que se desprendieron a partir de las ráfagas de viento que alcanzaron los 60 kilómetros por hora fueron las consecuencias de las inclemencias climáticas que se registraron. Hubo caída de granizo de mediana intensidad.
Personal de Defensa Civil de la Comuna recorrió los distintos arroyos como así también la zona de la ribera con el objetivo de prevenir cualquier siniestro, aunque con la mejoría de las condiciones en horas de la tarde no hubo que tomar medidas extremas.