Homenaje a un ícono de la ciudad, Argentino de Quilmes, que este 1 de diciembre cumplió 109 años.
Estirpe criolla. Es barrio, historia y pasión. La primera expresión de rebeldía del fútbol nacional sucedió en Quilmes, los argentinos, ante la constante discriminaciones que sufren en el Quilmes Athletic Club de los Ingleses, fundan el club Argentino de Quilmes y le ponen, por primera vez en la historia, los colores celeste y blanco a una camiseta. Con motivo de cumplirse el 109º Aniversario de nuestra institución, UXM quiere compartir con los hinchas de Argentino, un artículo publicado por la revista “El Gráfico” el 2 de Agosto de 1924, titulado “Vida y Milagros de Argentino de Quilmes” que da cuenta de algunos detalles que quizá muchos no conocen.
“¡Fuera de la potrera!.. Con esta frase, los primitivos jugadores ingleses de Quilmes detenían los avances de los criollos de la localidad, los que, contagiados de la pasión por el deporte, aspiraban también a lucir sus facultades jugando al football. Nuestros muchachos, como no disponían de field, invadían el de los extranjeros, saliendo malparados en sus tentativas. Los ingleses no admitían gente que no fueran de sus costumbres y de su círculo, monopolizando el football en Quilmes, y su imperio allí parecía indestructible. La frase clásica para arrojarlos, era pues: ¡Fuera de la potrera!...”
“A mediados de 1899 existía un team de jugadores quilmeños denominado ‘El Relámpago’, porque así eran de veloces sus componentes, quienes estaban llamados a deslumbrar a los reacios súbditos británicos. No obstante, los relampagueantes muchachos carecían de autoridad, de cohesión, de fuerza para imponerse a sus rivales, hasta que en Diciembre de 1899, tomó forma la iniciativa de constituir un club, que fue llamado Argentino de Quilmes, en contraposición a los ingleses de Quilmes, que venían constituyendo la obsesión de los criollos. Porque criollos fueron sus organizadores, y criolla la pujanza que le dio vida…”
“Los organizadores decidieron de inmediato adquirir un terreno y construir una casilla. Tan loables intenciones tropezaron con la falta de recursos, al punto que fue preciso ingeniarse mucho para obtenerlos. Una caprichosa iniciativa transformó a los jugadores en actores, con la misión de representar una obra teatral y producir con su labor escénica el dinero necesario para las instalaciones del club. Los jugadores jamás habían pisado un escenario, pero con buena voluntad, estudiando los papeles, y pintándose las caras, saldrían con felicidad de la empresa. Quilmes entero respondió, llenando el teatro. El ingreso de boletería permitió adquirir los materiales de que se encontraban tan necesitados, los que se amontonaron en la futura cancha, en espera de obtener nuevos fondos para empezar las construcciones. Cuentan los veteranos del club, que los materiales empezaron a desaparecer por arte de magia y fue preciso establecer una guardia permanente y alternada, que actuaba de día como de noche, para evitar la desaparición total de aquellos. Los jugadores realizaban la guardia: faltaban a su escuela y a sus hogares y trasnochaban cuando el caso lo requería…”
“El entusiasmo fue propagándose a las familias quilmeñas. Un esfuerzo posterior permitió construir la casilla y poner el terreno en condiciones de jugar. Argentino de Quilmes se afilió a la Argentine Football Association, que en aquella época presidía Chevalier Boutell, debiendo soportar las tiranías de los británicos, pues los delegados de los criollos ante el Consejo Superior, se encontraban molestos por motivo de que no entendían el idioma que se hablaba en las reuniones y, no obstante, ¡tenían que votar!..”
Los quilmeños jugaron su primer partido contra Alumni, siendo derrotados por 1 a 0. En esos tiempos actuaban Lomas, Belgrano Athletic, Barracas, Estudiantes, Reformer y algunos clubs de menor importancia. Ha de presumirse que los matches más emocionantes que sostuvo Argentino fueron los que celebró contra sus adversarios ingleses; mantenían viva la pasión de los quilmeños, y excitada a la gente los días de partido. La población se dividió en partidarios de los ingleses y de los criollos. Los primeros hacían honor al football tradicional; los segundos representaban una tendencia generosa, consistente en alentar a los nacientes jugadores del terruño, quienes vivían en la localidad y habían interesado a su parentela en el porvenir del football argentino y en que triunfasen los colores celeste y blanco que lucían los quilmeños en sus camisetas. ¡Qué desbordante entusiasmo! ¡Hasta se cruzaban apuestas, que eran aceptadas en cafés y barberías! ¡Y más de uno se dejó afeitar… en seco por mantener su ideal, derrochando su dinero en apuestas! El diario La Prensa, haciéndose eco del partido jugado el 4 de julio de 1909, decía: ‘Si rivalidad existe entre los clubs que se disputan la superioridad en el football, es la que existe entre los dos únicos clubs de Quilmes; es tan acentuada que degenera en odio. Los aficionados del pueblo de Quilmes están divididos en dos bandos, los partidarios de los ingleses, que son los de Quilmes Athletic Club, y los de Argentino de Quilmes. Cada vez que celebran matches, además de jugarse sumas de dinero entre los partidarios de uno y otro bando, se originan polémicas lamentables…”
“En Argentino de Quilmes hicieron sus primeras armas muchos de los jugadores que más tarde se consagraron cracks. De los que en diferentes campañas actuaron en sus filas, recordamos a Buruca Laforia, Pedro Calomino, Pascual Polimeni, Uslenghi, Félix Cabano, Pozo, Zavaleta, Rodolfo Martínez, Jerónimo y Atilio Badaracco, Dannaher, Luperne y muchos otros…”
“En Octubre de 1914, Argentino de Quilmes se desafilió de la Federación. Por esa época, venció a Racing, campeón de la Asociación Argentina, y a River Plate. Tal fue su poder que, después de Alumni, el de los quilmeños fue considerado el mejor elenco argentino, por sus combinaciones y pases cortos, y de no haber mediado la desafiliación de la Federación, se habría clasificado campeón…”
“No debía echarse en olvido las gloriosas páginas de Argentino de Quilmes, como lo demuestra el hecho que en 1923, todos los clubes de la Liga Rosarina y la mayoría de los afiliados de la Asociación, incluyendo Estudiantes de La Plata y Sportivo Palermo, solicitaran al Consejo Superior de dicha entidad que se otorgara Primera División a Argentino de Quilmes, por su actuación honrosa en el football argentino y haber defendido, durante casi treinta años, los colores nacionales…”
* “Vida y Milagros de Argentino de Quilmes” Revista “El Gráfico” 2 de Agosto de 1924
“¡Fuera de la potrera!.. Con esta frase, los primitivos jugadores ingleses de Quilmes detenían los avances de los criollos de la localidad, los que, contagiados de la pasión por el deporte, aspiraban también a lucir sus facultades jugando al football. Nuestros muchachos, como no disponían de field, invadían el de los extranjeros, saliendo malparados en sus tentativas. Los ingleses no admitían gente que no fueran de sus costumbres y de su círculo, monopolizando el football en Quilmes, y su imperio allí parecía indestructible. La frase clásica para arrojarlos, era pues: ¡Fuera de la potrera!...”
“A mediados de 1899 existía un team de jugadores quilmeños denominado ‘El Relámpago’, porque así eran de veloces sus componentes, quienes estaban llamados a deslumbrar a los reacios súbditos británicos. No obstante, los relampagueantes muchachos carecían de autoridad, de cohesión, de fuerza para imponerse a sus rivales, hasta que en Diciembre de 1899, tomó forma la iniciativa de constituir un club, que fue llamado Argentino de Quilmes, en contraposición a los ingleses de Quilmes, que venían constituyendo la obsesión de los criollos. Porque criollos fueron sus organizadores, y criolla la pujanza que le dio vida…”
“Los organizadores decidieron de inmediato adquirir un terreno y construir una casilla. Tan loables intenciones tropezaron con la falta de recursos, al punto que fue preciso ingeniarse mucho para obtenerlos. Una caprichosa iniciativa transformó a los jugadores en actores, con la misión de representar una obra teatral y producir con su labor escénica el dinero necesario para las instalaciones del club. Los jugadores jamás habían pisado un escenario, pero con buena voluntad, estudiando los papeles, y pintándose las caras, saldrían con felicidad de la empresa. Quilmes entero respondió, llenando el teatro. El ingreso de boletería permitió adquirir los materiales de que se encontraban tan necesitados, los que se amontonaron en la futura cancha, en espera de obtener nuevos fondos para empezar las construcciones. Cuentan los veteranos del club, que los materiales empezaron a desaparecer por arte de magia y fue preciso establecer una guardia permanente y alternada, que actuaba de día como de noche, para evitar la desaparición total de aquellos. Los jugadores realizaban la guardia: faltaban a su escuela y a sus hogares y trasnochaban cuando el caso lo requería…”
“El entusiasmo fue propagándose a las familias quilmeñas. Un esfuerzo posterior permitió construir la casilla y poner el terreno en condiciones de jugar. Argentino de Quilmes se afilió a la Argentine Football Association, que en aquella época presidía Chevalier Boutell, debiendo soportar las tiranías de los británicos, pues los delegados de los criollos ante el Consejo Superior, se encontraban molestos por motivo de que no entendían el idioma que se hablaba en las reuniones y, no obstante, ¡tenían que votar!..”
Los quilmeños jugaron su primer partido contra Alumni, siendo derrotados por 1 a 0. En esos tiempos actuaban Lomas, Belgrano Athletic, Barracas, Estudiantes, Reformer y algunos clubs de menor importancia. Ha de presumirse que los matches más emocionantes que sostuvo Argentino fueron los que celebró contra sus adversarios ingleses; mantenían viva la pasión de los quilmeños, y excitada a la gente los días de partido. La población se dividió en partidarios de los ingleses y de los criollos. Los primeros hacían honor al football tradicional; los segundos representaban una tendencia generosa, consistente en alentar a los nacientes jugadores del terruño, quienes vivían en la localidad y habían interesado a su parentela en el porvenir del football argentino y en que triunfasen los colores celeste y blanco que lucían los quilmeños en sus camisetas. ¡Qué desbordante entusiasmo! ¡Hasta se cruzaban apuestas, que eran aceptadas en cafés y barberías! ¡Y más de uno se dejó afeitar… en seco por mantener su ideal, derrochando su dinero en apuestas! El diario La Prensa, haciéndose eco del partido jugado el 4 de julio de 1909, decía: ‘Si rivalidad existe entre los clubs que se disputan la superioridad en el football, es la que existe entre los dos únicos clubs de Quilmes; es tan acentuada que degenera en odio. Los aficionados del pueblo de Quilmes están divididos en dos bandos, los partidarios de los ingleses, que son los de Quilmes Athletic Club, y los de Argentino de Quilmes. Cada vez que celebran matches, además de jugarse sumas de dinero entre los partidarios de uno y otro bando, se originan polémicas lamentables…”
“En Argentino de Quilmes hicieron sus primeras armas muchos de los jugadores que más tarde se consagraron cracks. De los que en diferentes campañas actuaron en sus filas, recordamos a Buruca Laforia, Pedro Calomino, Pascual Polimeni, Uslenghi, Félix Cabano, Pozo, Zavaleta, Rodolfo Martínez, Jerónimo y Atilio Badaracco, Dannaher, Luperne y muchos otros…”
“En Octubre de 1914, Argentino de Quilmes se desafilió de la Federación. Por esa época, venció a Racing, campeón de la Asociación Argentina, y a River Plate. Tal fue su poder que, después de Alumni, el de los quilmeños fue considerado el mejor elenco argentino, por sus combinaciones y pases cortos, y de no haber mediado la desafiliación de la Federación, se habría clasificado campeón…”
“No debía echarse en olvido las gloriosas páginas de Argentino de Quilmes, como lo demuestra el hecho que en 1923, todos los clubes de la Liga Rosarina y la mayoría de los afiliados de la Asociación, incluyendo Estudiantes de La Plata y Sportivo Palermo, solicitaran al Consejo Superior de dicha entidad que se otorgara Primera División a Argentino de Quilmes, por su actuación honrosa en el football argentino y haber defendido, durante casi treinta años, los colores nacionales…”
* “Vida y Milagros de Argentino de Quilmes” Revista “El Gráfico” 2 de Agosto de 1924