La cultura y el mundo periodístico quilmeño están de luto ante el fallecimiento de Ely Fontana, destacada locutora y periodista, que durante muchos años se encargó de difundir la cultura de la ciudad.
Artistas, periodistas, gente de letras, trabajadores de la cultura, pintores, escultores, actores, en fin todos los que tenían algo que decir desde la expresión artística encontraron en ella y en sus programas el vehículo adecuado para dar a conocer su actividad.Trabajó en distintos medios pero fundamentalmente era mujer de radio, y desde hace años conducía los domingos por FM SUR (88.9) su programa "Escuchamos música", donde mostraba su refinado espíritu y su defensa de los valores culturales de la ciudad.
Ely Fontana deja su impronta y seguramente será recordada siempre por su don de gentes, que le supo ganar miles de amigos "a través del éter".
Este blog comparte el dolor por esta irreparable pérdida. Cultivos de Quilmes.
Un Símbolo de Quilmes
Tenía 73 años, nadie lo creería. La inefable Ely Fontana falleció esta semana, posiblemente el lunes o el martes, aunque fue hallada ayer caída en la bañera de su departamento del sexto piso, que daba sobre la plaza San Martín, en la calle Sarmiento. La cordial locutora quilmeña vivía sola desde el fallecimiento de su madre, su compañera de toda la vida, y cuya partida la había apenado inconsolablemente.Ely se sostenía con la venta de los espacios periodísticos de su programa radial, que sostuvo por décadas en distintas radios. De gran amabilidad, solía saludar con enormes sonrisas y la invitación de un caramelo, ya que siempre llevaba consigo una bolsita con delicias masticables, de menta, y de miel. Aniñada, con sus dos trenzas rubias, tenía mohines de jovencita coqueta, de andar grácil y de movimientos suaves.En las redacciones de toda la ciudad todavía suelen estar pegados los souvenires que Ely solía regalar para fin de año, de cartulinas coloridas, y siempre acompañadas con un caramelo. Sabía aclarar, cada vez que se cruzaba con algún periodista en una conferencia de prensa o acto institucional, que ella era locutora, no periodista , y se excusaba con vergüenza cada vez que hacía alguna respetuosa pregunta.Elizabeth Lifsichez tenía 73 años, y la causa está caratulada como averiguación de causales de muerte. Estaba sola y se especula que se cayó en la bañera. Los vecinos fueron los que dieron el alerta a la policía, al no verla en tres o cuatro días seguidos.Tenía varias amigas, todas señoras del microcentro, con quienes solía departir incansablemente. Le encantaba dialogar, y era una crítica feroz de las transformaciones que la ciudad sufrió en la última década. Supo ser la voz cantante de las quejas por los ruidos en la plaza San Martín y alrededores.Ely, una mujer cordial, nos dejó esta semana a los quilmeños. Se extrañará su cálida voz, y sus caramelos.
Perspectiva Sur.