Ante la inacción municipal, durante 2008, la Peatonal Rivadavia se vio colmada, como nunca antes, de vendedores ambulantes, muchos de ellos con mercadería ilegal e incluso procedentes de otros distritos. Tarde, el Municipio decidió intervenir, poniendo en práctica una ordenanza existente que creaba una feria artesanal en la Plaza de la Estación. Su construcción se demoró en meses y finalmente en marzo fue inaugurado el Paseo "Paz y Arte", que pretendía dar un lugar a los artesanos que se desparramaban en rivadavia junto a vendedores de todo tipo de mercancías.
El ordenamiento duró poco. A menos de un mes de ser inaugurado el paseo, esta tarde solo 6 de los 64 puestos permanecían ocupados, mientras a su alrededor más de una docena de ambulantes vendían su mercadería en escaparates precarios de grandes dimensiones. Asimismo sobre las siete cuadras de peatonal, otros casi veinte puestos, entre los que también había artesanos, desplegaban su mercadería sobre los ya conocidos paños en el piso, impidiendo el normal paso de peatones de manera cada día mas notoria.
La iniciativa de otorgar el espacio público para un uso particular, cuestionada desde un principio, ya tomó forma en el Consejo Deliberante, a modo de pedido de informes. Mientras tanto, la ausencia de controles y la inconveniencia comercial, han decretado ya el fracaso de este efímero "ordenamiento"