En la tarde de este lunes, unos cien vecinos del barrio La Primavera, al límite con La Cañada en Quilmes Oeste, protestaron por el desastre sanitario a cielo abierto que sufren en el barrio. Los habitantes del lugar, llevaron adelante por espacio de dos horas un corte vehicular sobre avenida Calchaquí y República del Líbano, por segunda vez en 48 horas. La movilización vecinal, respondió a la indiferencia de la actual gestión del intendente Francisco Gutiérrez, ante la falta de cloacas y la subida de aguas servidas en toda esa zona olvidada del distrito. “Nuestro barrio es la capital del agua estancada”, señaló Graciela Sánchez, vecina de La Primavera y miembro vocal de la Unión Vecinal Familia (UVF) 1º de Mayo.
“Hemos agotado todos los canales de dialogo con el municipio. El domingo fue la primera vez que salimos a cortar la avenida y por eso les pedimos disculpas a las demás personas que viajan por esta ruta, pero es la única forma que tenemos de hacernos escuchar”, indicó Sánchez. Los vecinos expresaron su bronca contra la desidia comunal, quien según explicaron los vecinos “nunca dejaron de contarnos promesas que jamás cumplieron”.
Aguas Pestilentes
La situación en La Primavera es realmente caótica. El lugar está lleno de aguas contaminadas y estancadas, donde las napas a flor de piso se mezclan con la materia fecal. Las cloacas no existen en el barrio, por eso es común ver correr las aguas pestilentes por todas las calles y veredas, allí donde los chicos juegan por las tardes.
“Necesitamos con urgencia obras de drenaje pluvial en las calles San Juan y calle 390 y también en San Luis y 390 bis. En esas esquinas estuvo hablando con nosotros el intendente. Él conoce nuestro problema”, señaló Sánchez. En el mismo sentido, la vecina insistió en que “tenemos más de tres lugares con agua estancada y un puente que construyó la comuna en desnivel, perjudicando a casi toda la calle República del Líbano. Por eso cada vez que llueve el agua de las calles no se escurre”.
Cansados de la precaria situación en la que viven, los lugareños se reunieron el domingo 7 en una asamblea vecinal, en la pequeña plaza del barrio. Allí consensuaron ir al corte de la avenida Calchaquí el domingo y el lunes, ante la falta de respuestas.
Cerca de las 18, las madres esperaron que los niños vuelvan de la escuela y salieron a la calle. “Estamos muy organizados por el bien del barrio. Hace un año, también le entregamos un petitorio en mano a Gutiérrez. El escrito fue realizado por la comisión directiva de la unión vecinal, pero no obtuvimos ninguna respuesta. Debe pensar que este barrio no pertenece a Quilmes”, señaló Sánchez. Y agregó que “nos prometieron una vez más que hay una posibilidad de que a fin de año se inicien algunas obras. Ya no creemos en nadie hasta que no vengan y trabajen por el barrio. Mientras tanto son todas palabras”.
Fuente: El Diario de Quilmes
“Hemos agotado todos los canales de dialogo con el municipio. El domingo fue la primera vez que salimos a cortar la avenida y por eso les pedimos disculpas a las demás personas que viajan por esta ruta, pero es la única forma que tenemos de hacernos escuchar”, indicó Sánchez. Los vecinos expresaron su bronca contra la desidia comunal, quien según explicaron los vecinos “nunca dejaron de contarnos promesas que jamás cumplieron”.
Aguas Pestilentes
La situación en La Primavera es realmente caótica. El lugar está lleno de aguas contaminadas y estancadas, donde las napas a flor de piso se mezclan con la materia fecal. Las cloacas no existen en el barrio, por eso es común ver correr las aguas pestilentes por todas las calles y veredas, allí donde los chicos juegan por las tardes.
“Necesitamos con urgencia obras de drenaje pluvial en las calles San Juan y calle 390 y también en San Luis y 390 bis. En esas esquinas estuvo hablando con nosotros el intendente. Él conoce nuestro problema”, señaló Sánchez. En el mismo sentido, la vecina insistió en que “tenemos más de tres lugares con agua estancada y un puente que construyó la comuna en desnivel, perjudicando a casi toda la calle República del Líbano. Por eso cada vez que llueve el agua de las calles no se escurre”.
Cansados de la precaria situación en la que viven, los lugareños se reunieron el domingo 7 en una asamblea vecinal, en la pequeña plaza del barrio. Allí consensuaron ir al corte de la avenida Calchaquí el domingo y el lunes, ante la falta de respuestas.
Cerca de las 18, las madres esperaron que los niños vuelvan de la escuela y salieron a la calle. “Estamos muy organizados por el bien del barrio. Hace un año, también le entregamos un petitorio en mano a Gutiérrez. El escrito fue realizado por la comisión directiva de la unión vecinal, pero no obtuvimos ninguna respuesta. Debe pensar que este barrio no pertenece a Quilmes”, señaló Sánchez. Y agregó que “nos prometieron una vez más que hay una posibilidad de que a fin de año se inicien algunas obras. Ya no creemos en nadie hasta que no vengan y trabajen por el barrio. Mientras tanto son todas palabras”.
Fuente: El Diario de Quilmes