No fue construido a fines de albergar una escuela. Pertenecía a una familia de la vieja aristocracia quilmeña del siglo XIX.
Alrededor de 1850, Juan Clark construyó una hermosa propiedad espaciosa y confortable en una manzana de 8.640 metros cuadrados, comprendida entre las actuales calles Mitre, Conesa, Sarmiento y Colón. Estaba rodeada de una variada y frondosa arboleda; con un gran parral que iba todo a lo largo de la calle Colón. En el fondo un molino de poco más de 12 metros de altura. Tenía ambientes espaciosos, estufas de porcelana y ollas de hierro para calefaccionar las habitaciones. Hasta cierta época fue la residencia más importante del pueblo, junto con la casa de Andrés Baranda (Sarmiento y Rivadavia, esquina NE), y luego la de Domingo Cichero (H. Yrigoyen y Brandsen, vereda SE)
Roberto Clark (h) fue el último propietario de esta familia que tuvo esa casona; la vendió a una familia de inmigrantes austriacos, Ctibor. La Sra. Ctibor al quedar viuda se marcha a la Capital y la alquila para que se instale en ella la escuela Normal de Quilmes. Años después se comparte con el Colegio Nacional. La propiedad fue adquirida por el Ministerio de Educación de la Nación y se construyeron los dos edificios donde hoy están las dos instituciones educativas. Eduardo Clark hermano del anterior construyó la residencia donde hoy se halla el Colegio Ausonia.
Lo anterior es un extracto del artículo "Los Clark y la colectividad inglesa en Quilmes, de El Quilmero, el blog de Chalo Agneli.