El lugar ha sido evidentemente tomado por cartoneros, que con sus carros recolectan residuos y hacen en este punto la clasificación de los elementos reciclables.
En la esquina de Calchaquí y Boedo hay una parada de colectivos, prácticamente inutilizada debido a los olores que emana del lugar.
Hace pocos días atrás, el intendente Francisco Gutiérrez anunció obras de cloacas a escasos cien metros de este lugar. Pero no lo hizo de cuerpo presente en el el barrio, sin dudas, porque el basural es inocultable.
Los hedores que generan los residuos domiciliarios desparramados, se potencian con las altas temperaturas reinantes. Y la proliferación de perros, roedores e insectos, son de alarma para toda la comunidad. La zona muestra que hay una evidente falta de control de parte de las autoridades.
Nota de Perspectiva Sur.
Nota de País de los Quilmes (25/01/10). La Municipalidad procedió a la limpieza de la cuadra.