(Nota de El Diario de Quilmes) La jornada de ayer fue de dolor para la cultura local. Promediando la tarde, se produjo el deceso de Alfredo San José, integrante de la Asociación Amigos de la Fotografía Antigua de Quilmes. San José fue una figura reconocida y querida de nuestra ciudad, y su temprana partida ha dejado conmovidos a todos quienes lo conocieron.
País de los Quilmes quiere recordarlo con uno de sus poemas:
VOLVIÓ A MI BARRIO EL TRANVÍA
(de Pinceladas de mi Barrio.)
Yo nací en la calle Brandsen,
allí juntito a las vías,
y fue mi canción de cuna
el traquetear del Tranvía.
También despertó algún sueño
de aquella niñez dorada
la campanilla que al guarda
le indicaba una parada.
Brillantes y relucientes
estarán pronto las vías
que acariciarán las ruedas
de nuestro amigo el Tranvía.
Volverá de nuevo al barrio
y lo verá medio extraño
pues ha faltado del mismo
por casi cincuenta años.
Lo encontrará muy cambiado
y un paisaje que no encaja.
Ya no mirará su trole
los techos de casas bajas.
También sorteará en la calle
un tránsito de locura,
y oprimirán sus dos vías
los edificios de altura.
Y yo cumpliré mi sueño
que siempre fue una rutina,
de esperarte aquí por Brandsen
en el cordón de la esquina.
Subirá también la barra
con el coche ya completo,
Escondiéndose del guarda
por no pagarle el boleto.
Semblanzas de la niñez
que nunca hemos olvidado.
Los pibes que hoy peinan canas
celebran que has regresado.
Quiero pedirte perdón:
el hombre hace tonterías.
Porque en nombre del progreso
han levantado tus vías.
SI con el paso del tiempo
te sintieras achacado,
si no tuvieras la fuerza
de arrastrar el acoplado...
te aseguramos Tranvía
que estaremos a tu lado
por los felices momentos...
¡que contigo hemos pasado!
Alfredo San José, 6 de Septiembre de 2008
País de los Quilmes quiere recordarlo con uno de sus poemas:
VOLVIÓ A MI BARRIO EL TRANVÍA
(de Pinceladas de mi Barrio.)
Yo nací en la calle Brandsen,
allí juntito a las vías,
y fue mi canción de cuna
el traquetear del Tranvía.
También despertó algún sueño
de aquella niñez dorada
la campanilla que al guarda
le indicaba una parada.
Brillantes y relucientes
estarán pronto las vías
que acariciarán las ruedas
de nuestro amigo el Tranvía.
Volverá de nuevo al barrio
y lo verá medio extraño
pues ha faltado del mismo
por casi cincuenta años.
Lo encontrará muy cambiado
y un paisaje que no encaja.
Ya no mirará su trole
los techos de casas bajas.
También sorteará en la calle
un tránsito de locura,
y oprimirán sus dos vías
los edificios de altura.
Y yo cumpliré mi sueño
que siempre fue una rutina,
de esperarte aquí por Brandsen
en el cordón de la esquina.
Subirá también la barra
con el coche ya completo,
Escondiéndose del guarda
por no pagarle el boleto.
Semblanzas de la niñez
que nunca hemos olvidado.
Los pibes que hoy peinan canas
celebran que has regresado.
Quiero pedirte perdón:
el hombre hace tonterías.
Porque en nombre del progreso
han levantado tus vías.
SI con el paso del tiempo
te sintieras achacado,
si no tuvieras la fuerza
de arrastrar el acoplado...
te aseguramos Tranvía
que estaremos a tu lado
por los felices momentos...
¡que contigo hemos pasado!
Alfredo San José, 6 de Septiembre de 2008