El artista Grolou se radicó en el distrito, y desde su llegada ya pintó más de 50 murales a todo color. "Para mí la pintura es lograr algo raro, divertido. Creo que soy un gran niño, nada más", se definió
El canal de cable TN transmitió una nota acerca de artistas callejeros, sus graffitis y sus zonas de influencia. Entre los entrevistados se encontró Grolou, el francés radicado en Quilmes, quien habló acerca de los muros en el distrito y su trabajo.
"La idea era hacer 30 muros y terminamos haciendo más de 50, con la ayuda de varios artistas internacionales", comentó Grolou.
"Para mí la pintura es meter mucho color y lograr algo raro. No quiero hablar de nada triste, al contrario del muralismo tradicional. Quiero que mis dibujos no tengan sentido, pero que sean divertidos", explicó el artista en la nota.
Además, habló sobre su público: "En la calle lo más improtante son los niños. Los mayores o la gente que circula en auto no tiene ni idea. Pero en cualquier país del mundo los chicos ven colores y lo aprecian, es un lenguaje fácil para ellos. Creo que quizás soy un gran niño, nada más".
Y finalizó estableciendo cuál es la gran diferencia entre el arte en su país natal y en el nuestro: "En Europa gastan muchísimo dinero para pintar todo de gris. Es lo más triste que puede haber".
Fuente: Quilmes Presente