Para quien todavía no conoce la historia, el 19 de Agosto de 1961 la hinchada de Quilmes fue la primera que recibió a su equipo con una interminable “LLUVIA DE PAPELITOS”, nada menos que contra Banfield y de visitante, la parcialidad Cervecera elevo al viento la cantidad de 2.100.000 etiquetas de cerveza. Hipólito Irigoyen, Cervecero incondicional y uno de los padres de esta idea, en diálogo con diario El Sol contó: “Fui a la Cervecería a pedir etiquetas que no usasen. Capitti me dijo que tenían disponibles 90 millones y se sorprendió cuando le pedí todas porque pensábamos utilizarlas en los distintos partidos”. “El 19 de agosto fuimos a Banfield con el que siempre hubo una enorme rivalidad. Ellos, los del Taladro, decían que no nos iban a dejar tirar las etiquetas o que en todo caso se encargarían de quitárnoslas. Es cierto que se apoderaron de algunas, pero nosotros fuimos precavidos. Todo el mundo se encargó de llevarlas en cualquier medio disponible, e incluso sobre la tribuna visitante, con un alambre y un gancho, fuimos distribuyendo las etiquetas entre los hinchas. Cuando los de Banfield se avivaron, era tarde. Quilmes salió a la cancha y fue una nube de etiquetas que durante varios minutos cubrió el cielo del estadio banfileño. Habíamos distribuido cerca de 2.100.000 etiquetas”, recordó el hincha. De esta manera se dio nacimiento a una de las expresiones del hincha más imponentes e importantes que existen en el fútbol mundial, y esto nació acá, en las mismas calles que transitamos nosotros.
Para quien todavía no conoce la historia, el 19 de Agosto de 1961 la hinchada de Quilmes fue la primera que recibió a su equipo con una interminable “LLUVIA DE PAPELITOS”, nada menos que contra Banfield y de visitante, la parcialidad Cervecera elevo al viento la cantidad de 2.100.000 etiquetas de cerveza. Hipólito Irigoyen, Cervecero incondicional y uno de los padres de esta idea, en diálogo con diario El Sol contó: “Fui a la Cervecería a pedir etiquetas que no usasen. Capitti me dijo que tenían disponibles 90 millones y se sorprendió cuando le pedí todas porque pensábamos utilizarlas en los distintos partidos”. “El 19 de agosto fuimos a Banfield con el que siempre hubo una enorme rivalidad. Ellos, los del Taladro, decían que no nos iban a dejar tirar las etiquetas o que en todo caso se encargarían de quitárnoslas. Es cierto que se apoderaron de algunas, pero nosotros fuimos precavidos. Todo el mundo se encargó de llevarlas en cualquier medio disponible, e incluso sobre la tribuna visitante, con un alambre y un gancho, fuimos distribuyendo las etiquetas entre los hinchas. Cuando los de Banfield se avivaron, era tarde. Quilmes salió a la cancha y fue una nube de etiquetas que durante varios minutos cubrió el cielo del estadio banfileño. Habíamos distribuido cerca de 2.100.000 etiquetas”, recordó el hincha. De esta manera se dio nacimiento a una de las expresiones del hincha más imponentes e importantes que existen en el fútbol mundial, y esto nació acá, en las mismas calles que transitamos nosotros.