La imagen fue tomada por Lucas Moran en 2010. Puede apreciarse el escenario de la fundación de la ciudad hoy transformado en un recinto de bordes consolidados en altura como máxima expresión del crecimiento urbano.
Si bien desde entonces no se han elevado nuevas torres en el perímetro, sí se ha construido en los alrededores. La zonificación del área es C1, que permite la máxima densidad del Partido, con una limitación en altura dada por la Fuerza Aérea debido a la proximidad del Área Material que de ella depende. No existe una enmienda que reconozca la plaza como espacio con merecimientos particularizados en su entorno a fin de preservar visuales y asoleamiento.
Lindante con la manzana histórica que alberga en su frente la Catedral, la Escuela 1 y la Casa de la Cultura, la zona perdió parte de protagonismo urbano al producirse la mudanza de la Municipalidad a mediados de los 90, al actual predio de Alberdi 500. El carácter residencial hoy rivaliza con lo institucional y lo comercial, desvirtuando el perfil preponderantemente simbólico que enarbolaba la plaza en el pasado. El crecimiento urbano no planificado tiene, en ese sentido, influencias negativas sobre las configuraciones morfológicas e identitarias.
En los últimos años se han erigido asimismo una cantidad de monumentos e intervenciones que no representan a la ciudadanía en su conjunto, lo que también incide negativamente sobre el carácter integral que el espacio debiera tener.
Unida a la peatonal Rivadavia de manera franca, la plaza San Martín sigue sin embargo constituyendo el corazón de la ciudad, un corazón que debiera incluirse en un debate urbanístico que actualice las ofertas de espacio público a las necesidades ciudadanas.