Corría el año 1965 y comenzaba el segundo año de la revista Anteojito, cuando el quilmeño Osvaldo Viola, más conocido como Oswal, se incorpora al equipo editorial adaptando e ilustrando novelas como David Copperfield de Charles Dickens o después Robinson Crusoe de Daniel Defoe, como asi también ilustrando relatos históricos como “Cachilo”, entre otros.
Pero sin duda el personaje mas importante y de hecho de creación propia del mismo Oswal fue Sónoman el Superhéroe quilmeño.
Cuenta la historia que Don Manuel García Ferré, quería publicar ante el éxito televisivo de Batman, la historieta de este personaje, pero al no conseguir los derechos de la misma, le encarga a Oswal la creación de un superhéroe, quien encara dicho proyecto creando a un personaje capaz de viajar por el espacio convertido en un agudo y penetrante silbido a una velocidad de 340 mts por segundo, haciendo que los oscilógrafos siempre detecten su presencia porque su poderosa frecuencia absorbe a los demás sonidos y con una variante de la presentación que hacía Siegel con su súper hombre (Superman)
“¿Es una bomba?... ¿Es un plato volador?... ¡Tan ágil como un felino! ¡Tan potente como un rinoceronte!... ¡y mas veloz que el sonido para luchar contra el mal!" De esta manera aparece Sónoman por primera vez en la revista Anteojito nº 108 del 15 de diciembre de 1966.
Con poderes tales como el de desmaterializarse juntando sus manos por encima de su cabeza donde se convierte en sonido, amante de las partituras de Mozart, nunca necesitó matar a nadie pues combate el mal con su mejor arma, la inteligencia.
Originario del supercivilizado planeta Sono, viajaba a grandes velocidades (convertido todo su cuerpo en una onda de sonido) emitiendo un sonido difícil de soportar, y tenía un sono-auto.
Y cuando el sonido que era Sónoman arribaba al lugar de su destino, se producía un armonioso estallido musical, con ecos y encantadoras vibraciones, del que iba surgiendo (de la nada) la figura azul del superhéroe.
Era un apasionado de la música, y lo acompañaban un sinnúmero de exuberantes personajes secundarios, como Bangcrash, Oriente Lin, y el Hombre Museo (este último capaz de recorrer toda la historia universal recolectando cosas).
Peleaba en un mundo de villanos casi surrealistas.
Según palabras del propio Oswal “Si sacamos el hecho de que tiene un poder músico-mental, no diría que Sónoman es un superhéroe, la concepción fue mas bien reirme del personaje y mas de una vez lo puse en ridículo y cuando Batman tuvo su batimóvil, a Sónoman le hice un sonotutú…"
Es así como esta historieta se extiende a lo largo de 10 años en la revista Anteojito hasta 1976, a lo largo de los cuales se editó también en la revista Antifaz, y en 1975 Ediciones La Urraca lo convierte en protagonista de su propia revista, que solo dura dos números. En 1993 y durante un año vuelve a Anteojito con algunas diferencias en su aspecto físico y modificaciones de su guión original y esa fue su última aparición en la revista que lo vio nacer.
Hubo un intento en 2001 de hacer una serie de TV de Sónoman, pero se frustró debido al desastre económico ocurrido en Argentina en ese año, y que ningún superhéroe pudo evitar.