Los vecinos de la subestación Sobral de Ezpeleta, denunciaron “dos nuevas muertes en el último año a raíz de las radiaciones que emana el transformador de Edesur”. De esta forma el mapa de la muerte que los lugareños diseñaron en el pasado, lamentablemente sigue sumando más casos. Los mismos engrosan la lista de 120 enfermos por algún tipo de tumor, además de las 140 muertes por cáncer denunciados.
Dos nuevas cruces se sumaron al “mapa de la muerte” que confeccionaron los vecinos de la polémica subestación Sobral de Ezpeleta. Las marcas en el papel muestran la ausencia de otros dos vecinos que murieron carcomidos por el cáncer. Todo apunta a la contaminación ambiental que provocaría la estación eléctrica de la empresa EDESUR.
En un radio de diez manzanas lindero a la mega-planta ubicada en Padre Bruzzone y Río Colorado, “el miedo a la muerte parece no tener fin”, según explicaron los vecinos. Desde el año 1994, los frentistas de Ezpeleta vienen reclamando el traslado de la subestación de energía. Sin embargo, hasta el momento, no lo han conseguido y por caso le reclamaron a la justicia seriedad y transparencia en los procedimientos para trasladar la maquinaría , luego del censo realizado por estudiantes de la Facultad de Medicina de La Plata durante el último año.
Barrio Enfermo
En este sentido, Gladys Solioz, una de las vecinas emblemáticas en la lucha contra la subestación, señaló que el barrio está cada vez más enfermo y a la lista se han sumado nuevos casos de personas afectadas con cáncer. Hay una persona a quien se le detectó un tumor en el cerebro y otro caso en los pulmones en el último año . Acá los casos de cáncer se multiplican, entre otras enfermedades que ni las estamos considerando y que también son consecuencia de la contaminación. Sin embargo, la justicia ordenó un censo que realizaron estudiantes de Medicina de la Facultad de La Plata en el 2007 y que financió Edesur y allí los resultados son que este es un barrio sano, donde no hay más casos de cáncer que los que se registran en cualquier otra zona y que en realidad son todas exageraciones y temores de los vecinos . Contrariamente a esto, los vecinos advirtieron que “todo el barrio está enfermo. Pero nosotros no queremos hablar más con la empresa. Ahora estamos a la espera de que la justicia se expida sobre el tema y de una vez remueva toda la planta”.
Preocupación por el PCB
En tanto, Solioz indicó que “Edesur ha logrado dividir los intereses de los habitantes de la zona”. “La lucha continúa. No bajamos los brazos a pesar de todo. Estamos más firmes que nunca en nuestra postura y acompañando a los vecinos de Berazategui, que luchan contra la otra gran subestación llamada Rigolleau”, indicó Solioz. Y agregó que “en todos estos años hemos logrado que la empresa de suministro eléctrico no cablee más la zona, lo cual fue el gran problema que teníamos en otros años”. Pero contrariamente a esto, denunció que en la actualidad los operarios de Edesur acarrean diferentes toneles de aceite PCB, una sustancia considerada altamente contaminante, como aislador de los transformadores de Sobral . Por otro lado, la mujer manifestó su indignación en torno a las consultas que les realizó la empresa en su momento. “llegaron a decirme que si sufría alguna enfermedad era probable que sea a raíz del uso del secador de pelo”, indicó Solioz.
El Caso en Estados Unidos
En el centro del mapa de la muerte, está la subestación Sobral de Ezpeleta. Para los vecinos es ahí donde está el centro de la irradiación de las enfermedades y la muerte. Donde hoy se levanta, con su manto oscuro de sospechas mortales, supo haber un “campito”. Fue allá, por la década del 80, cuando los chicos jugaban al fútbol. Hoy esos chicos ya son grandes y vieron con sus propios ojos como el medio ambiente fue mutando y sus personas más queridas muriendo. En la década del 80, la comuna quilmeña autorizó a la entonces empresa estatal SEGBA a colocar una subestación a la que llamó “Sobral”. La protesta de los vecinos por el cierre de su plaza obtuvo sólo una promesa de los funcionarios: que pronto volverían a tenerla. Incluso remodelada. Sería al fin una plaza oficial. Pero eso nunca sucedió. Segba se privatizó y se convirtió en Edesur, una de las principales compañías de electricidad de Argentina. Una mañana de 1992 una cuadrilla de obreros llegó hasta ese galpón de transformadores eléctricos. Su objetivo era que la subestación aumentara su potencia instalando dos cables más de alta tensión de ciento treinta y dos mil voltios, cada uno de ellos seiscientas veces más potentes que los que suelen alimentar de electricidad a cualquier casa de familia. En el año 2000, la empresa Grace pidió ampliar el suministro de energía para su planta ubicada en Quilmes. Edesur accedió al pedido y duplicó la energía que le suministra a Grace. Pero al hacerlo amplió los campos magnéticos que emanan de la Sub Estación Sobral. Grace es una empresa estadounidense dedicada, entre otras cosas, a la industria química y tiene múltiples juicios en Estados Unidos por dañar al medio ambiente y sospechas de causar cáncer entre la población con sus desechos industriales.