El área costera de Quilmes comenzó a popularizarse en 1912, cuando un estanciero de la zona sur, Juan Fiorito, hizo allí la primera inversión: Comienza a construir la rambla de madera, símbolo que modificará la ciudad para siempre, con el propósito de generar un paseo público ribereño. Se inauguró en 1915
Ya en 1913, el mismo Fiorito inaugura el tranvía entre la estación y La Ribera. Con ello se atraían enormes contingentes de paseantes que encontraban en las costas quilmeñas el entorno ideal para un día de pic-nic y el disfrute de la naturaleza al aire libre.
En 1917 se lotea el "Barrio Parque Balneario Quilmes" con la intención de fijar población en la costa, objetivo que se materializará sólo en parte.
Murallón, tendido de redes, pavimentos e inumerables adelantos siguieron el impulso inicial.
Puede decirse según varios autores que, gracias a Juan Fiorito y antes que Mar del Plata, Quilmes fue la primera ciudad balnearia de la Argentina.