La seguridad en las zonas de los boliches es una problemática que fue denunciada en varias oportunidades por los vecinos. La verificación de los decibeles de la música de todos los boliches y control más riguroso de la seguridad a la salida, son los puntos traumáticos de la cuestión. Los vecinos aseguran que los jóvenes “salen de los bailables entre las 7 y las 9 de la mañana”, incluso los días lunes. Denuncian que comúnmente se toman a golpes de puño y generan grandes bataholas. Las picadas y los autos con equipos de música a altos niveles de sonido también son una constante cada fin de semana. En un determinado momento de la reunión los vecinos ponderaron la lucha de varios años para conseguir que se apruebe una Ordenanza que ponga límites a la proliferación de boliches en la Avenida Calchaquí.
Inseguridad
“Los colectivos cambian de recorrido en parte de la avenida Calchaquí”, dicen los vecinos y aseguran que “se producen desmanes en las casas linderas a los boliches”. También denuncian olas de robos cada fin de semana que incluyen la rotura de vidrios de los cajeros automáticos instalados en diferentes estaciones de servicio del lugar. La policía argumentó no contar con móviles ni personal suficiente para hacer frente a la situación. La ordenanza prohíbe la instalación de boliche a menos de 300 metros uno de otro, y es esa escasa distancia, en la que actualmente se encuentran varios boliches y pubs. Sin embargo los vecinos le apuntan a dos boliches que serían los que generan los mayores problemas: Rimbo Latino y Club XXI, a los que concurren jóvenes completamente incompatibles entre sí, generando de esta manera un sin fin de conflictos en la inmediaciones de Calchaquí al 4000. “Los vidrios de las ventanas de casas vibran con el ruido de los autos y la música exterior, nos encontramos con paredes pintadas, veredas llenas de orina y vómitos, además de botellas y latas de cerveza, o colillas de cigarros por todos lados” enumeran los lugareños del barrio.
Fuente: Infosur
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“Los colectivos cambian de recorrido en parte de la avenida Calchaquí”, dicen los vecinos y aseguran que “se producen desmanes en las casas linderas a los boliches”. También denuncian olas de robos cada fin de semana que incluyen la rotura de vidrios de los cajeros automáticos instalados en diferentes estaciones de servicio del lugar. La policía argumentó no contar con móviles ni personal suficiente para hacer frente a la situación. La ordenanza prohíbe la instalación de boliche a menos de 300 metros uno de otro, y es esa escasa distancia, en la que actualmente se encuentran varios boliches y pubs. Sin embargo los vecinos le apuntan a dos boliches que serían los que generan los mayores problemas: Rimbo Latino y Club XXI, a los que concurren jóvenes completamente incompatibles entre sí, generando de esta manera un sin fin de conflictos en la inmediaciones de Calchaquí al 4000. “Los vidrios de las ventanas de casas vibran con el ruido de los autos y la música exterior, nos encontramos con paredes pintadas, veredas llenas de orina y vómitos, además de botellas y latas de cerveza, o colillas de cigarros por todos lados” enumeran los lugareños del barrio.
Fuente: Infosur